viernes, 18 de febrero de 2011

EL SECRETO DE LA FELICIDAD



P. Gregorio Iriarte o.m.i.


* La felicidad empieza en el interior de tu corazón y consiste en un estado de armonía contigo mismo.
* La felicidad es una elección tuya y puedes hacerla en cualquier momento.
* Tú eres el reflejo de tus propios pensamientos. Deja de pensar mal de ti. Debes aprender a ser amigo de ti mismo.

* El verdadero ideal no está en ser perfecto, sino en ser un poco mejor cada día
* Debes sentirte siempre agradecido de lo que eres.
* Solo puedes tener paz en tu interior si tú mismo te la proporcionas.

*Para poner armonía en tus relaciones con los demás, primero debes lograr la armonía dentro de ti mismo.

* Tus pensamientos son los que te hacen sentirte feliz o desdichado.
* Tú eres el único que puede controlar tus propios pensamientos.
*Si eres capaz de cambiarte a ti mismo, el mundo cambiará contigo.
* Cuánto más te conozcas a ti mismo serás mucho mejor.
* La sonrisa es muy importante para desarrollar tu autoestima.
* La vida tiene derecho a sorprendernos: aprende a vivir el presente sin traumas del pasado y sin excesivas expectativas del futuro.

* Mientras tengas resentimientos y odios no llegarás a sentirte feliz.
* El perdón es muy importante pues te libera a ti mismo del rencor.
* Trata de entender a las personas que te rodean: quiéreles como son, sin intentar cambiarles.
* Tus verdaderos amigos/amigas son aquellos/aquellas que te aceptan sin juzgarte y sin querer cambiarte.
* La persona que es capaz de cambiar sus propios pensamientos puede cambiar el destino de su vida.
* Hay que tener aspiraciones elevadas, expectativas moderadas y necesidades pequeñas.
* El más importante de los bienes después de la salud es la paz interior.
* Dios no ha creado fronteras: mi objetivo debe ser la amistad con todo el mundo.
* No pongas el ideal de tu vida en recibir honores sino en merecerlos.
* Piensa que estás llamado a transformar el mundo comenzando por transformarte a ti mismo.
* Tú puedes intentar ser como otras personas pero nunca debes pretender que los otros
sean como tú.
* Solo en la medida en que me vaya desprendiendo de mi “ego” puedo ir alcanzando la verdadera serenidad.
* Dios nos ama en cuanto somos “seres humanos” y no en razón de nuestros méritos o buenos comportamientos.
* Para vivir plenamente necesito sentirme amado en forma incondicional.
* La calidad del amor siempre está relacionada con el nivel de gratuidad.